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Análisis del fenómeno del niño de 1982-1983 y su relación con el cambio climático

El Niño es un fenómeno climático irregular, que se da entre el océano y la atmósfera; durante el cual se produce un calentamiento del Océano Pacífico oriental sobre la costa de Sudamérica por encima de los patrones normales, y una disminución de los Vientos Alisios. El evento ocurrido entre 1982 y 1983 fue en su momento el más severo, ocasionando múltiples efectos socio-económicos, principalmente en países como Perú, Ecuador y Colombia. En este evento las temperaturas medias mensuales mostraron las primeras anomalías positivas lejos de la costa en abril de 1982, llegando a cubrir toda la costa en agosto de 1982(Tarazona, 1983), e incrementando sus valores hasta en 10°C por encima de la media en los meses siguientes.


Este fenómeno, en sus últimos ciclos se ha potenciado producto del cambio climático, ocasionando mayores sequías e inundaciones en países como Colombia, Perú y Ecuador, además de alterar las actividades biológicas de peces, moluscos y demás organismos marinos, quienes se adentran en el océano profundo buscando aguas más frescas, esto afecta enormemente a la industria pesquera, y a ciudades costeras cuya economía depende exclusivamente de la pesca.


Para los próximos años se prevé un incremento en la temperatura global del planeta, lo que vaticina futuros eventos de El Niño aún más agrestes que los ya vistos; este escenario trae para Colombia un efecto en las dinámicas hídricas del país, comenzando con una disminución en la precipitación estacional, lo que reduciría potencialmente los caudales de ríos y quebradas que alimentan los embalses, esto a su vez llevaría a una recesión energética como la vivida en 1992.


Durante el fenómeno del Niño vivido en 1982-1983 las precipitaciones disminuyeron en más del 50% del territorio colombiano, teniendo un mayor efecto en la región Pacífica, seguida de la Andina y el Caribe, esto afectó notablemente a campesinos quienes perdieron sus cosechas por falta del preciado líquido. En países como Perú, el fenómeno fue aún más abrupto, pues mientras que en la zona norte del país se intensificaron las lluvias, en el sur del país azotaba una sequía sin precedentes históricos (Poveda, 1996).


Según datos del Laboratorio de Investigación del Sistema Terrestre de la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional del Gobierno de Estados Unidos (NOAA), la temperatura del Océano pacifico sobre la costa suramericana sufrió un incremento de temperatura entre los meses de abril de 1982 a abril de 1983 donde se alcanzó el máximo valor entre los meses de agosto a diciembre de 1982, llegando a aumentar 3 grados la temperatura del océano como se puede apreciar en la Figura 1, y cuando el Fenómeno del Niño alcanzó su pico.

Figura 1. A, B, C, D. Mapa de Aumento de Temperatura Superficial del Mar (El Niño 1982-1983): A. Apr (1982), B. Aug (1982), C. Dec (1982), D. Apr (1983).

Pero no fue solamente el incremento en la temperatura del mar el único efecto del Niño; en la Figura 2, se puede apreciar la cantidad de precipitación ocurrida en el mismo intervalo de tiempo, y donde se ve claramente como disminuye drásticamente las precipitaciones en el continente suramericano entre los meses de abril de 1982 hasta abril de 1983.

Figura 2. A, B, C, D. Mapa de Precipitación (GPCP Precipitation) (El Niño 1982-1983): A. Apr (1982), B. Aug (1982), C. Dec (1982), D Apr (1983).

Efectos del cambio climático sobre el fenómeno del niño

A pesar de los avances en las investigaciones sobre la relación entre ambos fenómenos, no se tiene total seguridad sobre el efecto del cambio climático en el ENSO, y más precisamente en ciclo de El Niño. Sin embargo, muchos estudios e investigaciones, en especial una publicada por la revista NATURE en 2014, y que se basaba en varios modelos computacionales, afirman que es probable que la frecuencia y la intensidad del fenómeno El Niño posiblemente se incremente como consecuencia de un aumento en la temperatura del planeta (Martins, 2014). No obstante, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático(IPCC), aún no considera este vínculo como demostrado. Por otro lado, importantes investigadores y meteorólogos como el chileno Jorge Carrasco, explican que “cuando se habla de cambio climático, se hace referencia a tendencias, por ejemplo, el estado actual del clima puede cambiar a uno nuevo, mientras que el fenómeno El Niño es una variabilidad natural, por lo tanto, no existe una relación de causa y efecto entre ambos. Sin embargo, sí se puede hablar de predisposiciones” (Carrasco, 2018). También añadió que a consecuencia del cambio climático habrá escenarios más cálidos que el actual, y las zonas afectadas y los eventos climáticos ocasionados por el Niño en el presente y a futuro no cambiarán, pero si variará la intensidad y frecuencia del desarrollo de los mismos.


Así pues, el director internacional del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno del Niño (CIIFEN) Rodney Martínez, añade que se sigue acumulando evidencia de la relación entre el Niño y el cambio climático, pero no es posible todavía afirmar nada, pues es importante considerar otros factores que corresponden a la variabilidad climática natural, e indica que El Niño 2015 – 2016 se ubica junto a los de 1997 – 1998, 1982 – 1983 entre los más fuertes desde 1950 (Martinez, 2015).


De igual forma, la doctora en meteorología y responsable del Programa Nacional de Ciencia y Tecnología Ambiental del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica(CONCYTEC), Elizabeth Silvestre, precisa: “un incremento en la temperatura a nivel global, provocado por el cambio climático, tiene como consecuencia un calentamiento de la superficie del océano. Es probable que, debido a ese calentamiento del mar, el fenómeno El Niño tienda a producirse con mayor frecuencia. Sin embargo, hasta la fecha, no hay suficientes estudios para demostrar claramente esta relación”


Lo que a simple vista se puede concluir, es que, si bien en base a la ciencia actual no se afirmar que un evento en particular se debe al cambio climático, está demostrado que el calentamiento global tendrá como consecuencia un aumento de la frecuencia de los eventos climáticos extremos en general, y posiblemente de su intensidad, provocando más desastres naturales en el planeta. (Silvestre, 2015).


Fuentes consultadas:


- German Poveda, Oscar Mesa. (1996). Las Fases Extremas del Fenómeno ENSO (El Niño y La Niña) y su Influencia Sobre la Hidrología de Colombia. Universidad Nacional de Colombia

- Juan Tarazona. (1983). El Fenómeno “El Niño” y su Impacto. Universidad Mayor de San Marcos

- ESRL: PSD: Monthly/Seasonal Climate Composites: Esrl.noaa.gov. https://www.esrl.noaa.gov/psd/cgibin/data/composites/printpage.pl

- José Manuel Guevara. (2008). El ABC de los Índices Usados en la Identificación y Definición Cuantitativa de El Niño-Oscilación del Sur ENSO. Food and Agriculture Organization of the United Nations

- Alejandra Martins. (2014). La temperatura Global Aumentara 4 grados en 2100. https://www.bbc.com/mundo/ultimas_noticias/2014/01/140101_calentaminto_nubes_am

- Jorge Carrasco. (2018). Evidencias de Cambio Climático en Chile (Proyecciones y Consecuencias). Editorial Académica Española

- Rodney Martinez. (2015). Porque el Fenomeno de “El Niño” puede ser uno de los peores desde 1950. https://www.univision.com/noticias/medio-ambiente/por-que-el-actual-fenomeno-de-el-nino-puede-ser-uno-de-los-peores-desde-1950

- Llerena, Carlos & Yalle, Sara & Silvestre, Elizabeth. (2015). Los bosques y el cambio climático en Perú: situación y perspectivas.

 

Por: Exson Duvan Torres Bustos - Ingeniero Ambiental - Programa de voluntarios

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