top of page
Foto del escritorReverdecer

Hidroeléctricas: El Precio de Generar Energía Limpia

La generación de energía ha sido una necesidad y sinónimo de desarrollo para la humanidad desde que el homo-sapiens apareció en la tierra; a lo largo del tiempo hemos pasado de aprender a hacer fuego en una hoguera para calentarnos del frio y cocer los alimentos, a desarrollar gigantescas centrales nucleares que proveen a ciudades enteras. En Colombia gran parte de esta energía proviene de hidroeléctricas, que, dadas las condiciones geomorfológicas y climatológicas de nuestro país, las hacen una mejor opción sobre termoeléctricas e incluso plantas nucleares, sin mencionar que sus costos de construcción y operación son significativamente menores que estas dos (Rico, 2018).


Sin embargo, la construcción de estas hidroeléctricas trae consigo asociadas múltiples problemáticas sociales y ambientales que al largo plazo causan efectos adversos sobre la biodiversidad, la dinámica de poblaciones y la perdida de bosques naturales (Rico, 2018). Esto se debe principalmente a la construcción de los embalses asociados a cada hidroeléctrica, pues se hace necesario deforestar grandes cantidades de bosques, desplazar comunidades enteras tanto humanas como de animales, lo que implica una presión en gasto de recursos en las áreas a donde se desplazan estas poblaciones, se generan invasión por parte de las especies desplazadas, en general se ve destruida en su totalidad la red trófica del área en donde se ubica el embalse y muy afectada la red trófica que recibe a las nuevas especies, a esto se le suma la perdida de terrenos de cultivos y de pastoreo, que para ser recuperados por los campesinos deforestan zonas de bosques que afectan directamente al ambiente aumentando la erosión y la perdida de cobertura vegetal (Ramos, 2018).


Otro de los problemas que afectan a los embalses es la eutrofización, producto de la acumulación de nutrientes que sobrepasa la capacidad de los organismos degradadores y que por lo tanto lleva a un aumento de algas y plantas que al morir consumen el oxígeno disuelto en el agua, lo que a su vez genera la muerte de peces causando olores nauseabundos que afecta el turismo, la actividad piscícola y el propio funcionamiento de la hidroeléctrica (Roldán, 2008). Dicho problema se ve en aumento en represas como El Quimbo en donde la deforestación del 22,4% de la biomasa “requiere la implementación de sistemas de depuración de aguas residuales para que los elevados niveles de fosforo no afecten a las comunidades y a la biota asociada a este proyecto hidroeléctrico” según indica Alfredo Ramos, investigador de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (Ramos, 2018).


En embalses como el de Betania que también sufre eutrofización, se presenta un aumento de esta durante la temporada seca, pues la disminución de los caudales de los ríos que la surten como lo son el Rio Magdalena y el Rio Yaguará, se le suma el uso del agua del embalse para riego de cultivos, esto hace que el embalse disminuya su cantidad de agua disminuyendo el oxígeno disuelto, afectando a peces y a la generación de energía, esto se potencia cuando se presenta el fenómeno del niño que en Colombia se presenta en un aumento de la temporada seca y un aumento de la temperatura.


Embalse de Betania Foto: Sirley Arroyave

Otro de los proyectos insignia para la generación de energía y que se ha visto opacado por las numerosas complicaciones que ha venido sufriendo es El Proyecto de Hidroituango, que desde años atrás presenta serias dificultades tanto ambientales como sociales, el desplazamiento de campesinos que se tomaron las instalaciones de la Universidad de Antioquia exigiendo que se detuvieran las obras, los problemas surgidos en el año anterior cuando en la época de lluvias colapsaron varios túneles que servían de drenajes para el embalse, lo que llevo a toda una emergencia para las autoridades que se vieron obligadas a evacuar a las poblaciones rio abajo por una posible eventual avalancha, las sanciones impuestas por La ANLA ante el incumplimiento de los planes de manejo ambiental y las amenazas de líderes sociales por parte de bandas delincuenciales, son solo algunos de los múltiples conflictos que se han y se están presentado en este proyecto, el más grande de nuestro país (García, 2018).


Pero no todo son malas noticias, porque en un país en vía de desarrollo como Colombia, estos proyectos son un avance que buscan posicionar al país como un generador de energías limpias, que apuestan a contribuir con el desarrollo de la región continental, a generar empleos, a solventar la creciente demanda energética ; sin embargo esto debe hacerse garantizando los derechos fundamentales de los pobladores aledaños a los proyectos y tomando todas las medidas ambientales que eviten un gran impacto negativo a los ecosistemas que se verán intervenidos, para esto se necesita una mayor participación, intervención y seguimiento de las autoridades ambientales a todos los proyectos establecidos y que están por aprobarse.


Fuentes consultadas:


- Alfredo Ramos Moreno. (2018). Evaluación del riesgo de eutrofización del embalse El Quimbo, Huila Colombia. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

- Guillermo Rico. (2018). Hidroeléctricas en Colombia: entre el impacto ambiental y el desarrollo. Mongabay Latam: https://es.mongabay.com/2018/06/hidroelectricas-colombia-hidroituango/amp/

- Olga García. (2018). Hidroituango: Crisis social, ambiental y económica en el proyecto energético más grande del país. Instituto de Estudios Urbanos – IEU. Universidad Nacional de Colombia.

- Gabriel Roldan Pérez, John Jairo Ramírez. (2008). Fundamentos de limnologia neotropical, 2º edición. Editorial Universidad de Antioquia.


Fotografía: Sirley Arroyave. Escuela de Microbiología. Universidad de Antioquia

 

Por: Exson Torres - Ingeniero Ambiental - Programa de voluntarios

14 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page